Las elecciones cada vez más cerca, ¿está en riesgo la seguridad de los datos?
En el ya próximo 2 de junio, se llevarán a cabo las elecciones que se consideran como las más grandes de la historia; ese día la población votará por elegir veinte mil 367 cargos, entre federales y locales, en un ejercicio democrático en el que participarán más de 97 millones de personas para elegir a quien ocupará la presidencia de la República, además de otros puestos públicos.
Se trata de una votación en la que se renovarán 128 senadurías, 64 de ellas por el principio de mayoría relativa; 32 por el de representación proporcional, y 32 por el de primera minoría, pero también 500 diputaciones: 300 de ellas por el principio de mayoría relativa y 200 por representación proporcional.
El riesgo informático
En este entorno, vale la pena mencionar que uno de los aspectos que se deben cuidar en las presentes elecciones es el relacionado con las amenazas digitales, que afectan prácticamente cualquier actividad, y las votaciones no pueden estar exentas de tal peligro, ya que pueden afectarse por filtraciones de datos que exponen la información personal de los mexicanos, o hasta sufrir ataques de diferentes modalidades que configuran riesgos para todo el proceso.
Expertos en ciberseguridad[1] comentan el panorama de amenazas durante este período electoral en México es similar a los que se han presentado en otros países. Por ejemplo, figuran la fuga de datos, que afectan la información personal de los ciudadanos, la cual puede utilizarse para intervenir en las elecciones. Igualmente, con el uso de la inteligencia artificial, se pueden crear imágenes, discursos y textos falsos, que pueden confundir al público.
Por cierto, cabe destacar que para estas votaciones se usarán 301 urnas electrónicas, 132 de ellas en 44 casillas especiales[2] en la CDMX; y se utilizarán 81 urnas de ese tipo en Nuevo León, en 27 casillas especiales. En el extranjero, se usarán 88 urnas electrónicas en 23 sedes. Sus ventajas son que ofrecen inmediatez en los resultados y son libres de errores humanos.
La ventaja de este tipo de urnas es que reducen el tiempo para votar, para instalar las casillas y para contar los sufragios, ya que emiten un acta con los resultados sin tener que contabilizar cada voto de forma tradicional; si se usaran en mayor medida se podrían obtener los resultados un poco más rápido, además de que reducirían costos de producción al dejarse de producir tanto material.
Cómo funcionan
En esas casillas se escanea la credencial de elector para verificar si se puede votar ahí; a continuación, el votante recibe una tarjetita rosa que se introduce en una ranura en la parte superior de una pantalla en la que se muestran los cargos por los que se puede votar y en la que se puede escribir el nombre de alguien, o anular el voto como en las boletas convencionales. Después imprimen un papelito que incluye la información del voto para que se deposite en una urna.
Un detalle importante es que estas urnas no usan Internet, algo que según las autoridades, las protege de ser hackeadas, pero lo cierto es que internacionalmente ya ha habido esfuerzos de parte de piratas informáticos para intentar vulnerar este tipo de urnas[3] en otros países, con todo y que sean diferentes en cada caso.
Gracias a las experiencias de otros lugares, se sabe que las urnas de este tipo pueden facilitar delitos como el robo de votos, la interrupción del funcionamiento de las máquinas y la propagación de campañas de desinformación. Es decir, pueden generar sospechas sobre la integridad de las elecciones ya que los atacantes podrían comprometer la solidez de estos sistemas de votación y hasta los resultados electorales.
Por ello, Infosecurity Mexico interesado en abordar temas relacionados con la ciberseguridad, presentará a expertos que presentarán conferencias y talles especializados relacionados con la protección de la información y los activos informáticos, además de promover mejores prácticas y dar a conocer las tecnología y las soluciones más adelantadas aplicables en cualquier sector, en cualquier momento, más allá del tiempo electoral que estamos viviendo.