Por su parte, Gadi Mokotov, delegado de la Comisión de Blindaje Automotriz y Táctico del CNB, explicó que si bien es cierto no existe una certificación que avale la figura de un perito, “hay profesionales en nuestra industria que tienen muchos años de experiencia continua, y son quienes pueden avalar la calidad del blindaje y revisar, por ejemplo, el tratamiento y cuidado al que han sido sometidos los chalecos antibalas, para efectos de garantía”.

Mokotov explicó que la calidad del blindaje es fundamental, “porque hacemos un trabajo artesanal. Nosotros desarmamos un auto de agencia y lo volvemos a ensamblar con partes extra, de material balístico, para que quede con la forma y funcionalidad original, pero con mayor peso. No podemos tener descuidos porque no puede haber huecos, ya que una bala podría penetrar al auto. El apoyo de un perito que intervenga desde el principio del proceso sería deseable”.

Para finalizar Dulce Monroy, que se ha desempeñado en los sectores privado y público como especialista en criminalística y balística forense, disciplina que, entre otras cosas, determina los daños ocasionados por los proyectiles en blindajes, vehiculares o corporales, así como la resistencia de los materiales, indicó que la figura del perito certificado en blindaje no existe; “en esta parte nos hemos formado de manera empírica”.

“Si existiera el perito en blindaje, podría intervenir en varios campos, desde la revisión de los materiales, el control de calidad y los procesos de producción de autos blindados y chalecos, hasta llevar a cabo revisiones periódicas de los productos para determinar si las condiciones de garantía siguen vigentes, o si se necesitan cambios o mantenimiento en el producto. Lo mejor sería que hubiera normatividades y certificaciones, para ser más científicos que empiricos”.

En resumen, los especialistas en blindaje y balística señalan que aun cuando no existe la figura del perito en blindaje, sería deseable llevar a cabo un trabajo conjunto con las autoridades para establecer una nueva norma y formar profesionales en tal disciplina, que entre otros conocimientos, debería tener el de las distintas modalidades de la balística, como la interior, la exterior, la reconstructiva y la comparativa, y saber cómo funcionan las distintas armas.

Asimismo, requerirían tener un conocimiento profundo y actualización acerca de los materiales, tanto los que se usan en los vehículos como en los chalecos e incluso en el blindaje arquitectónico, no solo por el mismo desarrollo y tecnología que se aplica en los productos, sino porque las armas y municiones también van evolucionando, y deben estar al tanto de los avances, para ensamblar mejores autos, fabricar mejores productos, y, sobre todo, contribuir a salvar el bien más preciado, la vida humana.